sábado, 14 de septiembre de 2013

24. En celo


Y cuando estás en celo
la luna hilvana laberintos de lana violeta
y me cuelo colgado de tu cuello como un anciano enamorado.
Desengañado.
Un anciano que enhebra soledad en tus aguijones
que son de titanio.

            Cuando estás en celo yo suelo estar lejos
            evaporando mis lágrimas en la estratosfera de la noche.
            Yo en el cielo y mi cuerpo en el suelo
            tú en celo y tu cuerpo desabrochándome los poros.

Cuando la luna me grita al oído que estás sola,
me convierto en un fugitivo de la mañana,
y vivo bajo la luz de la verdad de la noche
            que nos hace ser auténticos
buscando saber por qué te escribo.

            Cuando estás en celo yo suelo estar lejos
            evaporando mis lágrimas en la estratosfera de la noche.
            Yo en el cielo y mi cuerpo en el suelo
            tú en celo y tu cuerpo desabrochándome los poros.

Cuando estás lejos
quiero colgarme de una nube y olvidarte,
quiero mirarme en un espejo y verme solo
pero la luna no me deja salir del laberinto de lana violeta,
porque estoy en celo

borracho de nubes, sediento de tus dedos.

--------------------------------------------------------------------------------

lunes, 10 de junio de 2013

23. Una tuerca más

Nace una tuerca en mi cabeza
y no me quedan tornillos en los dedos.

¡Joder!

Otra vez estoy como hielo en güisqui,
o como hielo en tus bragas,
borracho de alcohol y amor,
dejando de ser yo.

Hace tiempo que habita un corazón tras mi bragueta,
buscando el mío,
ya que no lo vio ni en mi pecho ni en mi cabeza.

Pero no encontrará más que amor blanco,
amor nítido,
elaborado con hormonas,
amor verdadero de contacto y sexo,
amor de roce, de caricias inéditas a cada rato,
pero también de palabras,
de palabras como cosquillas, como tornillos,
como mordiscos,
y sobre todo palabras como universos,
desnudas,
sin hostias,
sólo encontrará eso.

Lo demás es lo de siempre…

                                   chupar el caramelo hasta que sólo quede paladar.

jueves, 30 de mayo de 2013

22. Alacena fronteriza

Llevo del cuello un colgante
con forma de corazón,
que se abre,
y aparecen nuestras fotos
y dentro guardo trenes,
drogas, sábanas, vicios,
cáscaras de discusiones, nuestros hijos de los huevos sorpresa,
abanicos en diciembre, insultos en primavera,
mi calavera, tu tibia, el peroné del futuro,
un destino necrófilo, viñetas en blanco,
una camarera abstemia limpiando la barra con tristeza,
mis amigos, tus enemigos, un caballo vago,
una marmota desbocada, caracoles cocainómanos desenfrenados,
mi elegancia narcoléptica, mi decencia paulatina,
mi dependencia nonata, tu tú,
y un de ja vù noctámbulo

entre nosotros.

lunes, 27 de mayo de 2013

21. Códice

Encontré como un códice
aquellas palabras en mis baúles.
Como escritas a mano y en una lengua muerta para mí.

Las encontré pero aún no he sabido traducirlas.

Recuerdo que en otra vida las usaba cada día,
sin reparo, sin atender al daño,
            a que sus aguijones iban cargados de veneno.

Ahora no puedo concebirlas como una realidad,
y se me aparecen circunscritas a de ja vu’s.

Mis paredes cuentan que las repito entre las apneas y el bruxismo.
Veo caras de marionetas de madera en quienes las pronuncian,
            quienes las disparan,
como peligrosas cerillas pelirrojas que chocan en mi barba de dos días.


Todos encontramos que únicamente ilusiones evocan regalando oscuridades.

lunes, 20 de mayo de 2013

20. La palabra


Necesito una palabra.
La más horrible del diccionario,
el sonido más insípido,
necesito la palabra que al pronunciarla
nos provoca arcadas.

Necesito esa palabra para transformarla en poesía,
para arrancarla de los empastes
de las muelas de una vieja
y convertirla en caramelo.
Necesito una palabra.
Muérdago, intestino, destornillador,
puntos suspensivos suspendidos en el aire…
con un 4,9.
He llegado a un punto en el que paso
del clandestino rincón de mi cuaderno
buscando una palabra,
una palabra preciosa.
Transistor, catapulta, cunilingus…
demasiado sencillo…
Musaraña, tubería, caracola,
sábanas de papel de plata para nuestra cama.

Necesito la puta palabra.

Necesito embellecer la primavera,
el amor, los corazones, el alma,
las sonrisas, el amanecer, el mar,
las montañas, las caricias, el deseo,
los besos, miradas, los ‘te quieros’,
las nubes, el sol, la luna,
las princesas, sirenas, ninfas,
los domingos por la tarde, el baile,
niña, guapa, cariño, mi cielo,
el desierto, los ojitos, la cintura,
las caderas, labios, boca,
el pelo, morena, mi vida,
no sé cual es más fea,
pero necesito encontrar esa palabra,
y vomitarle encima para embellecerla,
porque soy poeta
y defeco en la primavera,
el amor, los corazones,
etcétera.

domingo, 19 de mayo de 2013

19. Lo que pensé mientras me lavaba los dientes


Gafas de sol
bajo la lluvia.

Madrigueras ocupadas por ardillas antisistema,
tribus rurales de campesinos tunnig,
y gorras verdes
sobre el croma verde de la primavera.

Gafas de lejos
para la letra pequeña de la tarjeta
reflejada en el espejo retrovisor
de una furgoneta pirata.

Complicarse resulta divertido
para los que se aburren de ser autosuficientes.

Pendientes que penden de lóbulos preciosos
y tatuajes sobre la tez clara
de la diosa de la piel de seda.
Pendientes que no penden,
agujereando los cartílagos sedientos de vacío.
Botas de montaña
para subir las escaleras de la plaza.
Pistolas adornando las cinturas
de quienes intimidan con su presencia,
taquicardia,
producida por mis “protectores”,
y sentirse seguro rodeado de borrachos ex presidiarios.

Ganarse el paraíso
no depende de leyes,
pues creyentes también arderán en el infierno
si corrompen el “espíritu”.

El asesino es delincuente,
y el suicida racional,
autodestruirse es un derecho natural
y la venganza hacia los malos
es la paradoja de los justos.

jueves, 9 de mayo de 2013

18. Los hijos ilegítimos del sol



La claridad de la niebla
está violando a las ventanas
y fornica con mis pupilas en un baile de disfraces.

Tras la niebla nos han dicho que hay un sol
cuyos rayos desvirgan a las nubes
que fecundan indeseados amaneceres abandonados a su suerte.
Las nubes son jóvenes madres solteras
que lloran periódicamente cuando sufren un aborto psicológico.

Aquellos amaneceres huérfanos
son quienes dejan insatisfechas a mis pupilas.
La claridad de la niebla las contrae
pero a la espalda las dilata.
La claridad de la niebla ha dejado preñadas a las ventanas
y ahora me corteja con su baile de disfraces.
            Desengañadas, mis pupilas, escupen lágrimas de vinagre
y las ventanas dan a luz a los reflejos cristalinos
que morirán siendo fetos,
y habitan en los azulejos de los zócalos de mis encías.

Después de todo,
ellos son blancos como los hijos ilegítimos del sol
y aparecen cuando la luna se masturba en las tinieblas
y mis pupilas se dilatan por la claridad del humo
            que nunca engaña.

jueves, 2 de mayo de 2013

17. Macedonia


Macedonia de tornillos y clavos oxidados
con leche condensada,
y un vasito de zumo de fregona natural
            exprimida a mano,
para desayunar.

Y las horas pasando como por joder,
mientras miramos las paredes intentando descifrar
de qué manera hemos llegado
a convertirnos en una rata más,
de las que odiábamos cuando éramos niños.

Y las horas pasando.
Y nada nos llena
porque hace tiempo que la avaricia perforó nuestro saco
y ahora pretende trepanarnos el cráneo.

¿Por qué una hora era más larga cuando éramos niños?

Y las horas pasando como putas,
mientras nos hacemos cuestiones intrascendentes
que consiguen llenarnos de lágrimas
            las solapas de los ojos,
y nos sentimos pequeños,
y quisiéramos acurrucarnos en los brazos de una madre,
pero las horas siguen pasando como locomotoras
y ya no tenemos madre,
tenemos un espejo que refleja a quien ha de defendernos,
y tiene miedo.

domingo, 28 de abril de 2013

16. Piedras


Las piedras que dificultan el camino
se convierten en preciosas
bien escuadradas en un templo,
pero pierden la magia cuando abundan.
Y cuando abundan los colores
todo parece gris,
esa mota de mezcla de acuarela
que cayó en mi pierna,
ahora es de color mierda.

Las piedras me persiguen
y me alejan.

Cuando abunda la alegría
empalagan las sonrisas,
y millones de pájaros del paraíso
de gargantas de limón y miel
aturden los tímpanos de quienes buscan la calma.
Abundan las maravillas
y se convierten en rutina,
las piedras son sólo lisas paredes.

Por esto parece
que lo raro es lo sencillo,
y unos ojos de barrocos precipicios
no conmueven al poeta.
Y las piedras sólo obstruyen mis arterias.

Y por esto triunfan los imbéciles
que ofrecen lo de siempre,
porque abunda la originalidad.
Porque lo inteligente
es reinventar gilipolleces
y repetirlas por siempre,
y cuando cambies
            te criticarán por no saber quién eres.

Si las piedras hablaran…

miércoles, 17 de abril de 2013

15. Reanimación


Cabalgando con el viento a favor
me cuelgo de los pelos de mis sueños.
Enamorándome de las caricias
de mis sábanas solitarias,
vaciándome con los besos empapados de vino.
Olvidando que aún tengo espinas
clavadas en el culo,
salgo deslizándome por la puerta grande.

Cabalgando sobre un congelador de titanio,
hacia la costa de un mar bohemio,
para dejarme arrastrar por sus mareas.
Mordiéndome las manos
para no darle un tortazo
a la ignorancia disfrazada con ropa de marca.

Cabalgando sobre mi sombra,
apoyándome en mí,
confiando en mis dados de doce lados.
Me ducho cada minuto
con el ácido sulfúrico de la paciencia,
para no encomendarme a la ciencia barata
de un vaso de agua.
Si he de ahogarme,
que sea en una botella medio llena.

domingo, 14 de abril de 2013

14. Ruido


Ruido, ruido, ruido.
Vocerío de humanos discutiendo de lo otros quieren.

Ruido político,
interferencias que no me dejan mirar la vida,
y la televisión es un amplificador desafinado.

Después de tanto ruido
he decidido encender el extractor
y quedarme en silencio con mi alter ego,
pero él también hace ruido.
Y discuto con él,
y nos peleamos por la última miga de pan,
por un grano de arena,
y caemos enzarzados rodando por la ladera
sangrando por las zarzas que pusimos.

Ruido de idiotas,
que se han creído que el mundo es lo que oyen,
y no se atreven a despegarse el amplificador de las orejas,
y pretenden que no me lo despegue,
y me tachan de utópico,
… interferencias.

Interferencias en el ruido
            de las antenas de quien maneja el tiempo,
y que le pusieron ruido a mi reloj,
para que no me olvide de que soy preso del segundero,
y que tengo que soltar el bolígrafo
para proseguir con mis obligaciones
y así contribuir a crear más ruido.

miércoles, 3 de abril de 2013

12. Esos deseos


Esos deseos que me ciegan
y sólo los veo a ellos.
Esas legañas de los ojos verdes,
y las ojeras del insomnio.
Esas ganas de que me empujen contra el suelo,
y me coman a besos la inocencia.
Esa delincuencia de mis pensamientos,
y la violencia de mis pasos.
Esta cara desencajada,
esta cara manchada de descuido
y subrayada de tinta de vicios.
Toda mi ropa desordenada por colores,
que se arruga cuando ruedo por mis sueños.
Este pelo desigual de fosca silueta,
de las greñas que se enredan
en las fosas de las etiquetas.
Estas etiquetas que me cuelgan,
            los que no saben de saber,
esas puertas que me cierran.

Esos deseos que me ciegan,
que después me cansaré de ellos.
Esa carita que se esconde,
su sonrisa que florece,
y sus ojitos que marchitan.
Ese sol que no sale de fiesta
y va de colega.
Esa luna que desnuda su ternura
y desata mis mareas.
Aquella estrella… que se apaga,
la que llega y no me enciende.
Mis tornillos y mis tuercas,
que no encajan en mis huecos.
Los bofetones que no he dado,
y todos los que me dieron.
La botella medio llena de mierda,
y ese vaso escaso de optimismo.
Esos bandoleros de apariencia
que asaltan mis diligencias…
            todo aquello que se disfraza de miedo
y pretende joderme,
pero sabe más el diablo por hijoputa que por anciano.

lunes, 1 de abril de 2013

11. Lejos


Olvidando que la miel
ha de ser recolectada.
Lejos de la savia de las ramas de mi nido
inyecto en las nalgas del camino mi veneno.
Lejos de mi cuerpo.
Lejos de los hachazos que me di en la espalda,
remiendo los agujeros de mi cara
con el hilo de la soledad acompañada.
Lejos del espejo que me extraña
lejos de mis vicios me conozco por dentro
olvidando que las flores
darán su polen pronto.
Mi aguijón afilo en silencio
para vomitar carcajadas
            en la cara de aquel que dijo que es de pega.
Lejos de vuestras miradas
de vuestros olfatos y vuestro tacto,
sigo escuchando vuestras voces,
y no me gusta
pensar que pasado mañana volveré a estar lejos.

miércoles, 27 de marzo de 2013

10. Las horas muertas


Por la ventana
como cascadas caen mis ojos.
En las fábricas de lágrimas
están en huelga de celo
y los paraguas sólo paran la lluvia adornada de las carcajadas de un hada.

Las persianas son arrancadas
por aquellos que anduvieron presos de un pomo,
de un pecado inevitable
que les condenó a tejer melodías
que ahora flotan en los nenúfares de sus lagunas.

Por la ventana
veo defecar a la felicidad en las esquinas,
y las serpientes no hipnotizan.
El sol está de baja tras las nubes
y se pone moreno.
Pero en el barrio los niños juegan en los charcos
            con el barro.
Juegan a ser malos.

La tarde enjuaga su boca
con el elixir de un eclipse de montaña.
Por la mañana no quiero levantarme
y ahora no me duerme ni mi manta.
Me pongo las gafas de luna para mirar
por la ventana
y las estrellas llueven entre naranjas camisetas
            con la etiqueta puesta,
presumiendo del brillo que les robará la lavadora.
Y si no las miro se inmolan en mi patio de luces
inundándome de culpabilidad las manos.

En las plazas
las palomas han dejado su aleteo
para dar paso a los murciélagos
ciegos por el fuego que quemó su cielo,
ciegos.

Y yo me inclino con un hilo a la cintura
al precipicio de las horas muertas
que matará la poca cordura que me queda,
que me quema las neuronas.

Y cuando una gota de sol
arruine el vestido de la noche
seré un murciélago más
asesinado por las horas. 

martes, 26 de marzo de 2013

9. Mes a mes


Se abre un sobre y sale un sol
y ríes amapolas por no morir en marzo.
Los precios están altos y las botas bajas,
las peluquerías en diciembre
            son bocas de metro en llamas
y los delincuentes en julio
            llevan chancletas.

Pasa un paso con un hombre ahorcado
y tras de sí cincuenta niños masticando hojillas
y estamos en enero
            ¡y yo con estos pelos!

Ayer me enamoré de una hippie
que a las doce se convirtió en pija
y su bicicleta en un Ferrari…
            aún busco pie que encaje en su alpargata.

Total,
que el planeta vuelca mes a mes,
y mientras los mayores discuten,
nosotros,
            los niños locos ignorantes,
seguimos jugando a las canicas,
en lugar de llorar
hasta quedarnos secos.

jueves, 21 de marzo de 2013

8. A la deriva


Entretanto tendemos tenedores
sobre el globo terráqueo,
y un viento huracanado los agita.

Me cuesta describir a la raza humana
            como elemento universal,
pero diría que somos todos grumetes desconocidos
de un barco a la deriva
y nos dedicamos a fregar el suelo
y rasgar las velas.

Mientras unos se pelean a cuchillo en la cubierta
otros miran mientras llevan a cabo funciones digito-nasales.
Abajo los esclavos siguen remando un barco que no es suyo,
a ritmo de tambor de multinacionales,
y los remos que empuñan son de madera maciza.
Desde arriba un científico chiflado con un catalejo
no avista más tierra que la isla de la muerte,
y nos avisa,
y desde abajo nos dejan verla a través de un caleidoscopio.
Y en la proa, aristócratas con alzacuellos
tallan ídolos crucificados
            que protegerán a quien le deje una moneda.

Entretanto tendemos tenedores
y nos provocamos hemorragias nasales,
la nasa construye botes salvavidas
con tecnología papirofléxica japonesa
y la salvación la encontraremos
liberando a los esclavos de los pesados remos
para quemarlos en las calderas del barco,

y arrojar los remos por la borda.

lunes, 18 de marzo de 2013

7. Va


Va

una tortuga,

                                                                                  …caminando.

El cielo se ha vuelto violeta de ojeras
y las aceras albergan soledad y heces fecales.
Una tortuga.

Tengo el estómago en un puño y el corazón revuelto,
tengo los pelos de los dedos abrasados de tocarme
y la mirada perdida de mirarme,
            y voy muriendo
                                                                                  …lentamente,
            como muere quien nace deprisa,
            voy muriendo, llorando
                                                                       sobre el lomo de un sauce,
            voy naciendo deprisa,                                               …lentamente.

Va                                                                              …una tortuga
            y se detiene                                                    …el cielo va muriendo.


El cielo pretende vomitar su bilis caducada,
                                                                       lo que muchos llaman lluvia,
y me bebo el batido de las lágrimas de mis propias nubes,
que orinaré en mi océano y se evaporarán el mes que viene,
y viene                                                                                   …y va,
y voy viviendo                                                          …lentamente,
            como deslizándome en un tobogán que sube
            y no me detengo,
            y me fumo los pelos de los dedos
            que quieren enredarse en mi garganta,

Tengo las manos manchadas de tinta…
                                                                       psicokiller de bolígrafos,
                                                                                  que mueren veloces,
                                                                                              que mueren por nada.

Pero no se nace para vivir,
se trata de vivir muriendo,
pero no se muere nunca                                             …ni se nace,
sólo existe el instante en que se vive
sólo se vive.
Soy una tortuga que camina                                      …aparentemente.
Pero vivo quieto
y sólo avanzo para morir…
                                                                       en el lomo de un sauce,
…riendo.

jueves, 14 de marzo de 2013

6. Restos de olvido


Tengo restos de olvido en mi recuerdo,
tengo tangos para bailar conmigo
            si me viene en gana,
y la gana se me va en el aire.

Tengo retales de alegrías
de los vestidos rotos en los tropiezos,
tengo viejos, nuevos, verdaderos y no tanto,
tengo lejanos, cercanos, olvidados de la infancia
y futuros que seguro que ahora tengo etiquetados,
tengo muchos si lo pienso y pocos tengo
si lo pienso un par de veces, tengo amigos,
sí, a veces…

Tengo canas para envejecer cuando me llaman crío,
tengo ranas para saltarme y besarme,
            pero siguen siendo ranas,
tengo monstruos para asustarme,
suelas de zapatos y ratos en el cielo para correrme,
y dos minutos para dejarme arrastrar
por un hueco lleno de agujeros en el tiempo.

Tengo fuego para congelar mis paradojas,
tengo fuerza desmedida para destrozar a mis hipérboles,
y en los lacrimales tinta para mis metáforas,
tengo retinas como lupas para comparar un símil,
y lastimo que el latido largo lea entre líneas en las aliteraciones.

Tengo un ego desmedido
y restos de olvido en mi recuerdo.

martes, 12 de marzo de 2013

5. Toca madera


Caracolas de titanio
con olas de aluminio
que se esconden en las cuevas de algodón
de las playas de plastilina de la apariencia,
y toca madera

Sopla esa flauta de hueso de aceituna,
chupa la pulpa de las maduras piedras
que dan los huertos adornados de amor
y toca madera.

Acuéstate
congelado,
y calienta la cama
y cuando más a gusto estés despierta
y haz la cama para deshacerla en la siesta,
si es que tienes veinte minutos para gastar
toca madera.

¿Tienes cinco céntimos en la hucha?
Cómprate un chicle,
no mastiques la moneda
y toca madera,
¿tienes cincuenta mil euros en el banco?
No te compres una casa,
para currar como una puta
y comer basura durante tres años,
sigue viviendo en tu chabola,
come basura como has hecho siempre
y tócate la entrepierna lo que te queda de vida.
Y piensa,
y toca madera para que no te roben el cerebro,
y cómprate una cocina de Fisher Price,
y toca madera
en sentido figurado.

sábado, 9 de marzo de 2013

4. Necesito tu droga


Necesito tu droga.

Necesito que me abras los jardines
de tu soledad
para llenarlos de mi locura.

Necesito mirarte y que me exploten los gametos,
se me ericen las pestañas y las uñas de los pies,
y que los hilos que le sobran a mi cama se me quemen.

Necesito viajar contigo al infinito,
o al parque,
para rendirnos a merced de la pobreza,
que tú seas mi vicio
y saciarme cada día.

Necesito pensar que no te necesito
y verte y no querer que te me alejes.

Necesito arrebatarte la inocencia
y dividir tu vida en mil minutos lentos.

Necesito que me insultes
y me escupas flemas de hojalata,
y despertar y comerte con más ganas.

Necesito contártelo…
si es que existes.

viernes, 8 de marzo de 2013

3. Nectar y ambrosía


Se me empapa la esperanza,
y la suela de los zapatos en sus charcos.
Me transporta su aroma prohibido
de caracolas clandestinas que me roban las mareas.

Y me quiero tirar al vacío,
y quiero tirarla contra la cama
y hacer de su boca un torbellino de hormonas
            que me fluyan por la espalda,
y que se joda el frío mientras sudemos ambrosía.

El deseo tira de los cordones de mis zapatillas,
y tropiezo
            si no le reviento a patadas la boca,
pero el cabrón sonríe,
y a borbotones de su herida brota el néctar,
            que no beberé.

Pero me muero de ganas de lamerle la cara,
comerle el ombligo,
y eyacular de una puta vez las mariposas de mi estómago.
Y que se joda el frío.

jueves, 7 de marzo de 2013

2. Estribillo


Esta primera estrofa
habla del odio que le tengo al orden,
a los horarios y a los relojes,
por eso siempre quise ser el capitán Garfio
y matar a quien le tenga miedo al tiempo,
y matar a Peter.

            Estribillo (una frase estúpida que resuma el poema)

Después comentaré
que me molestan los esquemas,
que después del uno vaya el dos
y que lo que está bien hecho sea
                        lo que está hecho como Dios manda,
en vez de lo que hago como buenamente me sale del pene.

            Estribillo (lo mismo que antes)

Y en la última estrofa
comentaré la decisión que he tomado
respecto a matar a Peter
y a hacer lo que buenamente me salga del pene con este poema,
pero esta no es la última estrofa.

            Estribillo (Este estribillo sirve para que se te pegue en la cabeza la frase                                                                                                                                      estúpida).

Esta sí es la última estrofa,
y mi decisión es acusar a otro
de escribir este poema.

lunes, 4 de marzo de 2013

1. En primer lugar


Finalmente maquillaré la imperfección de mi voz
con un par de grageas de lija,
para parecer más duro.

Porque empieza a estar ya uno harto
de que todos los dardos le amenacen
sin ni siquiera ser diana,
siendo tan solo el jarrón de la ventana de al lado,
harto de la imprecisión de sus muñecas.

Así pues revelaré las caras de mi memoria fotográfica
y reventaré los muros de mi moral adolescente,
porque si de algo estoy seguro
es de que el pasado es un cuento y el futuro mentira.

De esta manera me quedaré en el alfeizar,
sentado,
imaginando que la lluvia son sólo gotas de agua condensada,
imaginando que a quien le confié mis derechos
hace con ellos papiroflexia camicace.
…y vivir de sueños…

Por ello me propongo relatar las múltiples cualidades de este producto sin par,
            la palabra,
sin respetar tiempo ni espacio,
pues las agujas del reloj están enhebradas con miedo,
y los parques nunca serán nuestros mientras prevalezca la mentira,
y aquí impondré la libertad en todos los sentidos,
en primer lugar.

Anarquía de tinta


Anarquía de tinta
y los bolígrafos como locomotoras
por los raíles de un folio,
como corre por mis venas el veneno
de todo arte que pasó censura.

Que no haya límite en la dimensión de las estructuras.
Mis cefaleas no son más que bombillas verdes de la naturaleza;
que como pingüinos se lanzan al agua las palabras.

Anarquía de tinta en las paredes solitarias,
en las servilletas de un bar,
que regalen poesía en los recibos,
que nadie diga nunca “te quiero”,
que no diga “te odio”,
que cada sentimiento es un poema,
que no existe la alegría, ni el amor, ni la tristeza,
sino una explosión indómita de tinta
para cada minuto,
y la libertad de contar lo que nos plazca.

Anarquía de tinta, camaradas.