lunes, 4 de marzo de 2013

1. En primer lugar


Finalmente maquillaré la imperfección de mi voz
con un par de grageas de lija,
para parecer más duro.

Porque empieza a estar ya uno harto
de que todos los dardos le amenacen
sin ni siquiera ser diana,
siendo tan solo el jarrón de la ventana de al lado,
harto de la imprecisión de sus muñecas.

Así pues revelaré las caras de mi memoria fotográfica
y reventaré los muros de mi moral adolescente,
porque si de algo estoy seguro
es de que el pasado es un cuento y el futuro mentira.

De esta manera me quedaré en el alfeizar,
sentado,
imaginando que la lluvia son sólo gotas de agua condensada,
imaginando que a quien le confié mis derechos
hace con ellos papiroflexia camicace.
…y vivir de sueños…

Por ello me propongo relatar las múltiples cualidades de este producto sin par,
            la palabra,
sin respetar tiempo ni espacio,
pues las agujas del reloj están enhebradas con miedo,
y los parques nunca serán nuestros mientras prevalezca la mentira,
y aquí impondré la libertad en todos los sentidos,
en primer lugar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario