lunes, 1 de abril de 2013

11. Lejos


Olvidando que la miel
ha de ser recolectada.
Lejos de la savia de las ramas de mi nido
inyecto en las nalgas del camino mi veneno.
Lejos de mi cuerpo.
Lejos de los hachazos que me di en la espalda,
remiendo los agujeros de mi cara
con el hilo de la soledad acompañada.
Lejos del espejo que me extraña
lejos de mis vicios me conozco por dentro
olvidando que las flores
darán su polen pronto.
Mi aguijón afilo en silencio
para vomitar carcajadas
            en la cara de aquel que dijo que es de pega.
Lejos de vuestras miradas
de vuestros olfatos y vuestro tacto,
sigo escuchando vuestras voces,
y no me gusta
pensar que pasado mañana volveré a estar lejos.

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