domingo, 19 de mayo de 2013

19. Lo que pensé mientras me lavaba los dientes


Gafas de sol
bajo la lluvia.

Madrigueras ocupadas por ardillas antisistema,
tribus rurales de campesinos tunnig,
y gorras verdes
sobre el croma verde de la primavera.

Gafas de lejos
para la letra pequeña de la tarjeta
reflejada en el espejo retrovisor
de una furgoneta pirata.

Complicarse resulta divertido
para los que se aburren de ser autosuficientes.

Pendientes que penden de lóbulos preciosos
y tatuajes sobre la tez clara
de la diosa de la piel de seda.
Pendientes que no penden,
agujereando los cartílagos sedientos de vacío.
Botas de montaña
para subir las escaleras de la plaza.
Pistolas adornando las cinturas
de quienes intimidan con su presencia,
taquicardia,
producida por mis “protectores”,
y sentirse seguro rodeado de borrachos ex presidiarios.

Ganarse el paraíso
no depende de leyes,
pues creyentes también arderán en el infierno
si corrompen el “espíritu”.

El asesino es delincuente,
y el suicida racional,
autodestruirse es un derecho natural
y la venganza hacia los malos
es la paradoja de los justos.

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